Eres la persona que más me hacía
-y me hace- rabiar en el mundo.
Eres quien no me dejaba su ropa porque te la hacía grande ;-)
Eres quien no me dejaba su ropa porque te la hacía grande ;-)
Eres quien más me regañaba.
Eres quien más me hacía llorar de
pequeña.
Eres quien me obligaba a
“entender” las matemáticas.
Eres quien menos me consentía.
Eres quien me decía “no, no te
vienes con mis amigos”.
Eres el día y yo soy la noche (o
al revés).
Eres dura y yo soy blanda.
Eres sensible y yo soy… ¿rancia?
Eres familiar y yo soy… Bueno,
mejor no sigo por aquí
Pero lo que eres es: MI HERMANA.
LA MEJOR HERMANA DEL MUNDO.
Eres quien me hacía, y me hace,
rabiar para que me dé cuenta de que mi opinión no es la única.
Eres quien no me dejaba su ropa
porque tenía que aprender a cuidarla y conservarla.
Eres quien me regañaba para que
me hiciera fuerte.
Eres quien más me hacía llorar
para evitar que llorara de mayor.
Eres quien me obligaba a estudiar
para que pudiera tener una vida mejor.
Eres quien menos me consentía
para evitar el tópico de la hermana pequeña y conseguir que fuera una persona
adulta y responsable.
Eres quien no me dejaba irme con
sus amigos para que aprendiera a hacer y conservar los míos propios.
Somos diferentes, como el día y la noche, pero eso no es malo, sino todo lo contrario. Gracias a ello hemos conseguido crear un tándem perfecto. Aunque a veces me enfadara, siempre he sabido cuánto me aportabas y la educación que me dabas. Y ahora, ya adultas las dos, lo valoro mucho más. Porque yo no sería como soy si no hubieras estado conmigo. Porque en el fondo nos entendemos, nos complementamos y nos ayudamos. Y porque en mis malos momentos me escuchas, me consuelas y me aconsejas como pocos. Y en los buenos siempre consigues sorprenderme con tus mil detalles y con tu valentía, como el día de mi boda ¿eh? No pretendes cambiarme, nunca lo has intentado. Sólo quieres que sea feliz respetando mi personalidad. Y eso lo valoro ahora más que nunca.
Y por eso hoy, el día de tu cumpleaños, creo que mi mejor regalo es un GRACIAS por haber formado parte de mi vida y GRACIAS por haberte enfadado tanto conmigo. Y hoy, más que nunca, te digo que vas a ser una madre estupenda, porque Enzo no puede estar en mejores manos. Si tu papel como hermana ha sido tan bueno, como madre va a ser -ya lo está siendo- espectacular.
Desde aquí te digo que, a pesar
de mí, no dejes de ser esa hermana mediana que tanto me ha aportado. Sin vosotras, nada sería igual de bueno.
¡¡FELIZ DÍA, HERMANITA!! (esta
tarde te tiro de las orejas)
Y a estas palabras tan bonitas que se puede decir???? GRACIAS Y QUE TE QUIERO MUCHO HERMANITA!!! pero te equivocas soy yo quien te tiene que dar las gracias por tantas cosas que la lista se haría interminable. SIEMPRE JUNTAS las tres, por algo nos llaman las Hermanísimas, no?
ResponderEliminarFelicidades, Mabel! Chicas, que bien se os da esto de los discursos sentimentales!
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