Galletas decoradas, un regalo personalizado y con mucho cariño

Ayer os hablé de un regalito personalizado para mi sobrino Enzo, las perchas de La Casita de Cuqui. Pero hoy os hablo de un regalo aún más especial porque lo hice yo expresamente para él. Se trata de galletas de mantequilla decoradas con fondant.

Cuando me casé, hace ya más de tres años, uno de los regalos que dimos fue una galleta personalizada para los invitados. En los postres, cada persona se encontró su nombre en una galleta encima de la mesa. Fueron todo un éxito porque esta idea no estaba tan extendida, y todo gracias a Sweet&Brownies, que fue la tienda donde las compré.

Así quedaron las galletas que cada invitado tenía encima de su mesa. (Foto de AIS Fotógrafos)

Ahora se ha generalizado mucho esta práctica y la repostería creativa está consiguiendo cada vez más fans. Y yo soy una de ellas. Así que después de mi curso de muffins en La Muffinería, de la que os hablé aquí, hice uno de galletas decoradas con mi madre que quedaron genial. Y las dos lo pasamos estupendamente. Fue una gran tarde de domingo.

Así se me ocurrió que éste podía otro de mis regalos para Enzo. Galletas decoradas y hechas pensando en él. Así que me puse manos a la obra y, la verdad, estoy súper contenta. Gustaron muchísimo a todos y, para ser la primera vez, no quedaron tan mal ¿no?

Y aunque no lo va a leer, le doy mil gracias a mi madre, que me echó una mano para que me diera tiempo a tenerlas preparadas.

Aquí os dejo algunas fotos. Espero que os gusten. 

 Así quedó cada modelo. 

 Ésta es la preferida de mi madre. 

 ¡¡Listas para salir y regalar!!

 Sobre la mesa de chucherías o candy bar que os enseñaré otro día. 

La E de Enzo estaba sobre el plato de cada invitado. En dos tamaños: 

más grande para los adultos y más pequeña para los niños. 

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