Hoy he descubierto el blog de Andrea Amoretti gracias a otro
blog del que ya os hablaré un poco más adelante y que sigo mucho.
Curioseando por posts más antiguos de Andrea me he
encontrado con éste.
Habla de un cambio radical en su vida yéndose a vivir a un pueblo.
No es la primera persona que veo que decide cambiar
totalmente su forma de vida por algo que “los de ciudad” consideraríamos
aburrido y que resulta ser lo más gratificante que han hecho jamás.
En estos momentos es cuando pienso ¿merecería la pena
probar? ¿Por qué luchar tanto por hacernos un hueco en la gran ciudad si
podemos encontrar la felicidad en las cosas más pequeñas? Si total, vives es
una ciudad enorme pero en tu día a día no sales de tu barrio y tu círculo más
cercano.
Me encanta mi vida, soy muy feliz (o todo lo que se puede
ser) y sufro alejada de mi familia y amigos pero… ¿y si me estoy perdiendo
algo?
¿Qué opinas? ¿Te ha entrado esta duda alguna vez o eres de
las valientes que lo han dejado todo? Cuéntame...
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