Hoy ya es el quinto día en
Riviera Maya. Este viaje que nos ha sorprendido está llegando ya a su fin. Es
sábado y el lunes volvemos a Madrid, así que hay que aprovechar los días que
quedan.
Hoy es el segundo día de “excursión
contratada”. El día de Chichen Itzá+Cenote+Ek Baram (lo podéis ver aquí) fue tan bien que repetimos
con Excursiones Riviera Maya. El destino elegido: la reserva de la Biosfera de Sian
Ka´an & Punta Allen. Esta excursión es de las más caras (si no la más cara),
pero merece muchísimo la pena. Nosotros tuvimos un poco de mala suerte con el
tiempo, pero si vas en la época adecuada no dudes en hacerla porque es las más
original, variada y especial.
La excursión comienza en Tulum
pueblo (no temas, te recogen y te dejan en el hotel sin problemas) y desde
allí, unos kilómetros más adelante, comienza la aventura. Éramos 4 personas más
el conductor en un jeep que nos llevó por unos 56 kms. de baches, curvas,
charcos… Un trayecto complicado que se lleva casi dos horas y que el conductor
hace que lo disfrutes. Es parte de la “aventura” porque su manera de coger las
curvas, de sortear el terreno y de darle emoción al viaje lo hace mucho más
divertido.
Aunque queráis ahorraros el
dinero de una excursión contratada no os aconsejo hacer esta excursión
conduciendo vosotros en época de lluvias o con días raros. En lugar de
disfrutarla podéis acabar más que hartos de los caminos. De hecho, la gente
normalmente no llega hasta el final porque se hace hasta peligroso en algunos
tramos.
A mitad de camino se hace una
parada en un puente desde el que pudimos ver algún que otro cocodrilo. Esto,
como ya sabéis, va a depender de la suerte, aunque es habitual verlos.
Una vez finalizado el trayecto en jeep montamos los cuatro en una lancha conducida por otra persona (ya no me acuerdo de los nombres) y fue toda una experiencia. Allí pudimos estar entre los manglares, ver tortugas, todo tipo de aves, peces y lo que me encantó fue ver a los delfines en su hábitat natural.
Aunque es típico si vas a Riviera Maya, yo me quedé sin nadar
con delfines (ya os contaré las razones) y poder verles nadar en grupos de 4 o
5 y al lado de la lancha fue fantástico. Uno de los mejores recuerdos que
tengo. Me encantó.
Una vez hecho el recorrido en
lancha llega una de las mejores partes del viaje pero en la que nosotros
tuvimos mala suerte. A partir de aquí te llevan a un arrecife de coral para que
puedas hacer snorkelling y disfrutar de la fauna marina. Sin embargo, cuando
nosotros fuimos había temporal y esto no fue posible. A nosotros no nos parecía
para tanto, pero los guías no se atrevían. Así que nos tuvimos que conformar
con darnos un baño en las aguas tan chulas de allí pero nada de alucinar con
los peces.
En este punto ya llegaba la hora
de comer. En Excursiones Riviera Maya cuidan mucho los detalles y no nos
llevaron a un restaurante normal. Fuimos nosotros, junto con otro jeep de la
empresa, en total 8 personas, a una playa donde únicamente había un restaurante
sólo para nosotros. La comida riquísima pero todos estábamos deseando probar la
fantástica langosta (aunque encarecía un poco el precio porque la comida no va
incluida en la excursión) y al hacer un día más nublado y con aire los
pescadores no salieron a la mar, así que nos quedamos con las ganas. Una
lástima.
Antes de ir nos habíamos
documentado bastante sobre esta excursión y habíamos leído maravillas sobre
esta playa donde íbamos a comer. Según algunos comentarios era lo más cercano
al “paraíso” y la mejor playa de todas las que se podían ver. Y si no la mejor,
casi.
La verdad es que la intimidad,
las palmeras dando sombra, las fantásticas hamacas por allí repartidas… hacían
del lugar un sitio perfecto excepto por las algas. Una vez más el tiempo nos
jugó una mala pasada y, siendo noviembre, el mar está muy movido por la noche,
lo que hace que la playa amanezca llena de algas y muy, muy sucia, llena de desperdicios.
Por este motivo no puedo decir
que nos resultara un lugar idílico.
De hecho, y a pesar de que volvería
a repetir esta excursión con la misma agencia, incluso yendo en la misma época
del año, creo que debido a su alto coste y sabiendo que octubre-noviembre son
meses de temporales, deberían tener planeado un plan B.
Si el día en la reserva se
compone de cuatro grandes bloques: “aventura” en jeep, lancha, snorkelling y
comida+playa, y el tiempo hace difícil o, como en nuestro caso, imposibles dos
de ellos, debería haber algo que lo sustituyera.
Aun así, insisto en que creo que es
una excursión más que recomendable. Tienes de nuevo la vuelta en jeep que te
hace volver a reírte muchísimo y llegas al hotel sintiéndote muy satisfecho de
todo lo visto. Yo, con los delfines, fui feliz.
Nos dijeron que la mejor época
para ir allí es mayo-junio, así que si estás pensando qué hacer, esta visita es
casi obligada. Poca gente queda indiferente. Por algo la reserva de la Biosfera
de Sian Ka´an fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1987.
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