Borneo, Indonesia, tierra de selva y orangutanes

Como ya os comenté en el post donde hablaba de la agencia que contratamos para el viaje a Indonesia, el primer destino fue Borneo. Compramos los billetes en Qatar Airways (Madrid-Yakarta) con escala en Doha. En Yakarta sólo dormimos y al día siguiente cogimos otro avión destino a Borneo. Una vez aterrizados nos fueron a buscar y nos llevaron al pueblo desde el cual salía el barco.

Borneo es la tercera mayor isla del mundo y está ubicada en el sudeste de Asia. De esta isla es el orangután rojo y verles en su hábitat natural te deja con la boca abierta. Estos orangutanes sólo se pueden ver en la isla de Borneo. También hay en Sumatra, pero son especies diferentes. Además, en Borneo son más numerosos (algunos los cifran en más de 50.000 frente a los 7.000 de Sumatra). Para llegar a ellos tienes que estar varios días en barco remontando el río y vas haciendo paradas en distintos lugares. 

Una de las cosas que nos hizo decantarnos por esta agencia de viajes, Catur, es que tenía un barco que podías contratar en privado y estaba reformado y preparado para el turismo. Se llama Kalimantan Explorer y es una pasada. Nos encantó.

En el Kalimantan Explorer estás totalmente separado de la tripulación en lo que a aseo y dormir se refiere, el resto del día estábamos charlando continuamente con ellos. Teníamos la parte de arriba para nosotros solos y en ella había: un camarote (con cama de matrimonio y otra supletoria, por si hiciera falta), un baño y la cubierta, muy grande, donde también se podía montar otra cama y así dormir escuchando la selva. Chulísimo.

La primera noche llovía un poco y dormimos en el camarote. Y también porque no sabíamos cómo sería eso de dormir fuera, nos daba cosilla. La segunda noche probamos fuera y fue una experiencia tan fantástica que la tercera repetimos. Es increíble dormir escuchando los ruidos de la selva y, a la vez, tanto silencio. Disfrutas mucho de los momentos y la tranquilidad de esos días.

 Nuestra cama durante el día. Y, para dormir, con las mosquiteras. Me encantó. 

Eso sí, durante todo el viaje hay que madrugar mucho. A las 6.00 ya estábamos desayunando pero también es cierto que en cuanto se va el sol a las 19.00 hay poco que hacer en un barco. Nosotros nos llevamos un teléfono con pantalla grande y nos veíamos alguna serie antes de dormir. Se nos hacía muy raro acostarnos a las 21.00.

Y como me estoy alargando mucho os resumo las sensaciones fantásticas del viaje:

- ver a los orangutanes, las crías, las madres.... Pasan por tu lado como si nada. Ves a los machos dominantes de los distintos grupos, tan grandes, que imponen muchísimo y observándolos te das cuenta de que son muy parecidos a nosotros.

- descubrir un número enorme de animales que aquí no son nada comunes, ver aves de todos los tipos, monos narigudos, cocodrilos… La naturaleza te deja con la boca abierta.

- “vivir” en un barco durante cuatro días. Nos trataron fantásticamente bien. Nos explicaron todo con lujo de detalles y estaban súper pendientes de nosotros. La comida riquísima (¿cómo pueden hacer esos platos en un barco?) Y dormir escuchando el silencio de la selva es indescriptible.

- Cenar viendo las luciérnagas. Catur nos llevó a un fantástico rincón donde las luciérnagas posadas en un árbol se confundían con las estrellas y la sensación era preciosa y muy, muy romántica (excepto por los mosquitos, no todo puede ser perfecto).

Y esto sólo era el principio del viaje…

Orangután cogiendo plátanos a media mañana.  

 ¿A que impone la mirada del "jefe"? Y pasaba a tu lado, como si nada. 

 Las normas que había que seguir para evitar enfadar a los orangutanes. 

Persy, que así se llamaba este orangután, intentado que el capitán de nuestro barco y su ayudante le dieran algo de comer. Fue el más sociable de todos. 

Más naturaleza, imposible. 

El desayuno.  

Así de cerca estábamos. Teníamos que continuar por este camino... 

La merienda.  

Ver a las madres con sus crías era muy entrañable.  

Después de comer unos plátanos, se marchan.  

Plantas carnívoras. Nunca las había visto.  

La comida. La dieta, mejor la dejamos para cuando volvamos ;-) 

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