No es que sea yo una persona muy
dulce, en ningún sentido. Pero centrándonos en la comida, que es de lo que os
voy a hablar hoy, menos todavía. Me gustan los dulces, pero no son mi
perdición. Vamos, que prefiero ir a cenar y probar todos los platos salados que
dejar hueco para el postre. Para mí es prescindible.
Pero cuando unos amigos te mandan
una foto de unos croissants y te dicen “mañana tenéis que probar los Manolitos”
y ves esa imagen… No puedes decir que no. Y lo peor de todo es que cuando
después de comer, de acabar hasta arriba, te los ponen encima de la mesa y
pruebas el primero ¡¡no puedes parar!!
Qué cosa más rica. Son unos
croissants que hacen unas pastelerías de Madrid y las afueras y que están
riquísimos. Tanto los normales como los que llevan chocolate. Espectaculares.
Si te invitan a comer y llevas esto de postre, quedarás como un rey, te lo aseguro.
Si no te fías de mí y aún quieres probarlos (cuidado, que crean adicción), aquí te dejo las direcciones donde puedes encontrarlos.
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